lunes, 17 de febrero de 2014

LÁGRIMAS DE SAL (Cuento)

En reino ni muy lejano,ni muy cercano ya que la distancia es relativa.En un palacio vivía una reina con su hija,La Princesa llorona.
Esa princesa era una niña que lloraba por todo.Cosas absurdas que a su madre sacaba de quicio.
La reina no sabía que hacer con ella.Le hablaba,le explicaba que no debía llorar por tonterías que lo poseía todo.
Así un día y otro y otro.
Hasta que la reina cansada de las lágrimas de su hija.Tomo una determinación.
Decidió investigar en su mapas un lugar donde hubiera razones por las que llorar.
Investigó e investigó y descubrió un pequeño país,lleno de pobreza,humilde donde la gente subsistía con lo poco que tenía y raramente en lugar de ser un país triste era un país lleno de felicidad.
Decidió hacer un viaje con su hija,para ver que reacción podría producir en ella.
La niña lloro y lloro,no quería ir de viaje.Quería quedarse en casa.Pero su madre insistió.
Y después de mucho parlamentar con ella y soportar su torrente de lágrimas,la reina consiguió su propósito.
Y emprendieron su viaje.
Tomaron un avión y la princesa llorona empezó a llorar,su madre la ignoro.Pidiendo paciencia para soportar el viaje.
Llegaron a ese pequeño país de pobreza e inmundicia.
La reina esperaba expectante la reacción de su hija.
Empezaron a caminar.Las dos juntas y a contemplar lo que tenían a su alrededor.
En un comienzo solo vieron tierra árida por todos lados.Y siguieron caminando las dos cogidas de la mano.
A lo lejos observaron movimientos y a medida que se aproximaban.Vieron a unos pequeños que jugaban desnudos y sonreían felices.Sus caras reflejaban la necesidad de alimentos y sus cuerpos,pero sus ojos reflejaban una inmensa felicidad.
A la reina se le humedecieron los ojos de lágrimas,pero la pequeña simplemente observo a los niños con sus ojos bien abiertos.
Prosiguieron su camino de la mano y observaron un río de aguas sucias y que un pequeño bebía de él.
La reina dejo que unas lágrimas corrieran por sus mejillas,mientras la pequeña contemplaba en silencio al niño beber del río inmundo,en silencio sin derramar ni una sola lágrima.
Seguían caminando,la niña soltó la mano de su madre y se adelanto en el camino hacia una aldea.
La aldea estaba llena de personas desnudas,desnutridas y que trabajaban en las construcción de chozas con cañas que encontraban en el camino.
La reina seguía llorando,mientras su hija contemplaba todo aquello con admiración.
La gente del pueblo trabajaba unida y feliz.Sin preocuparse de su desnudez,ni de su debilidad por el hambre todos juntos en armonía.
Y un poco mas allá pudieron ver a niños comiendo en vasijas cubiertas de moscas,hambrientos y felices.Sonriendo solo por el hecho de ser.
La reina ser acercó a su hija y agarrándola de la mano le preguntó:
-¿Porque no lloras ante esta desolación? ¿Porque no lloras ante tanta tristeza? ¿Si en casa llorabas por todo? ¿Es que no tienes corazón?
A lo que su hija respondió mirándola a los ojos:
-Madre no puedo llorar,porque soy feliz.Veo la felicidad de este pueblo,siempre la he visto.Pero mis lágrimas son las que nos han traído aquí.Yo soy tan solo una niña y tu eres la reina,eres tu la que puede hacer algo por el pueblo.Mis lágrimas solo fueron el vehículo.Las tuyas serán la salvación.
A lo que la madre no supo responder y llevándose las manos a su rostro dejó que las lágrimas fluyeran.
Las lágrimas empezaron a fluir como un manantial de agua impregnándolo todo.En un principio la tierra empezó a cobrar vida y a florecer los arboles frutales,los sembrados:Campos de trigo,maíz cosechas enteras.
Después el agua del río fue convirtiéndose en agua cristalina,purificada,agua pura.
Las lágrimas de sal que brotaban de los ojos de la reina obraron el milagro,dando vida a una tierra árida y aguas limpias a un río turbio.Dando a un país lo que necesitaba para vivir dignamente comida y agua,porque ese país era digno de ser por ser.
La madre cogió a su hijas por la carita y besándola dulcemente le dio las gracias por enseñarle que ninguna lágrima carece de importancia.Porque todas por absurdas que parezcan en el fondo tienen un sentimiento interior que hay que conocer.

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