Mirando
por la ventana veía como sus recuerdos se convertían en pompas de
jabón,que se alejaban y se difuminaban para terminar desapareciendo y
explotando en la distancia.
No quería perder sus recuerdos,cada vez
que una Burbuja salía de su cabeza para desaparecer,sentía que una parte
suya se iba desvaneciendo.
No quería olvidar a su familia.
No queria olvidar el primer beso que le robo a su amada esposa.
Ni quería olvidar la sonrisa de sus retoños jugando en su jardín,miéntras el correteba detrás de ellos.
De eso hacia ya muchísimo tiempo,pero el no quería olvidar ni los buenos ni los malos recuerdos.
La vida no es vida sin recuerdos,y la suya estaba desapareciendo a pasos agigantados.
Pero su pequeña aliada,iba a ayudarle,iba a recuperar todas sus
burbujas y a guardarlas en la urna del tiempo.Donde todo permanece
intacto por siempre jamás.
Su pequeña nieta,de la que ya apenas recordaba había empezado a recoger todas esas burbujas y a guardarla en la urna.
Solo le quedaba una pequeña misión,encontrar la flor del sueño eterno para el y encargarse de hacersela oler.
Hoy se había levantado temprano,se había vestido y la esperaba
anhelante mirando por la ventana.Sabía que su familia quería lo mejor
para el y eso era lo mejor.
Dormiría para simpre hasta que toda volviera a encontrarse con sus seres queridos allá donde todos los sueños se realizan.
La vió llegar a paso lento,sabía que para ella había sido difícil y por eso la amaba con todo su alma.
La verdad es que su alma estaba llena de amor,siempre lo había estado,amaba a todos los seres de este mundo extraño.
Pero hacia un tiempo que todo había empezado a cambiar con la huida de
sus recuerdos.Se estaba convirtiendo en alguien que no era y que no
quería ser.Y tenía el derecho a decidir por si mismo,antes de que su
memoría se lo impidiera a dormir para siempre.
Bajo las escaleras despacio para reunirse con su nieta.
Ella lo esperaba en su banco favorito,donde le había leído libros de
amor a su esposa y cuentos de aventuras a sus hijos y nietos.
Se
acerco a ella y se sentó a su lado,su preciosa nieta le miró a los ojos
con esa dulce mirada que siempre hacia olvidar a todos la tristeza y el
dolor,y les daba un brote de esperanza.
Había completado su
misión,le entrego la flor y le dió un beso en la frente susurrandole al
oido un te amo.Y con una caricia en la mejilla y su eterna sonrisa se
alejo para reunirse con su familia que la esperaban en el mirador de la
casa,donde todos darían un hasta pronto a ese hombre que había dado todo
por ellos.
Con la flor en la malo vió como su neta se
alejaba,contemplo el mirador y pudo ver a todos observandole,el alzó su
mano hacia ellos y les lanzó su último beso,el último de este mundo.
Todos fueron lanzandole su beso uno a uno.Todos le dedicaron una sonrisa.
Les sonrió y acercó la flor a su cara,el aroma le rodeo un olor
maravilloso que lo transporto hacia donde el había decidido ir,Hacia el
sueño eterno donde ya nada duele y nada se olvida,donde esperaría a sus
seres queridos el tiempo que fuera necesario,pues ya el tiempo no
importaba.
(TOÑI TROVADORA DE LETRAS)
En una mirada se puede ocultar mil mundos, millones.
